(Texto publicado originalmente el 21 de julio de 2019)
“Pernicioso, sa.
Del lat. perniciōsus.
1. adj. Gravemente dañoso y perjudicial”.
RAE. Diccionario de la lengua española.
Esta parte del mundo tiene una historia de embusteros y charlatanes que surge desde antes de que existiera México: Cortés embaucó a los aztecas y tlaxcaltecas, Picaluga traicionó a Guerrero y Henry Lane Wilson concentra lo peor del intervencionismo estadounidense.
Por otro lado, los mexicanos hemos sido bendecidos por algunos extranjeros nobles y buenos, que han regresado al ciento por uno lo que el país pudiera darles: desde el belga Camille Pirotte hasta don José Gaos, pasando por el noble Tatsugoro Matsumoto y don Niceto Alcalá-Zamora y Castillo, nuestra nación ha sido favorecida por el trabajo, generosidad y sabiduría de extranjeros.
En particular, México tiene una gran fortuna en los inmigrantes españoles, que verdaderamente han hecho patria en estas tierras. No obstante, a veces surge algún vividor que viene a timar a los ciudadanos e instituciones. Uno de esos bribones es Abraham Mendieta.
Los estafadores tienen una herramienta básica en su repertorio de artimañas: la distracción. Desde el que engaña con “¿dónde quedó la bolita?”, hasta el carterista del famoso “dos de bastos”, los pillos utilizan el despiste como mecanismo para asegurar la eficacia de sus tretas.
Una de las especies del desvío de atención es la del “loco con su tema”. Por ejemplo, ante una serie de señalamientos, el acusado escoge uno —el que le parece más débil—, le pone una etiqueta que no le corresponde, pero que al inculpado le resulta conveniente y se aferra a defender su definición del asunto, abstrayéndose de todo lo demás que le marcaron. Eso es lo que hizo Mendieta con su alegato absurdo “de que quieren expulsarlo de México por ejercer su libertad de opinar”[1].
Empecemos por desmontar la mentira: lo que hace Mendieta no es “opinar”. Si mi tío de Asturias está jugando dominó en un café de Guadalajara y se queja de que “el maldito gobierno no limpia bien las alcantarillas y por eso hay inundaciones”, su opinión está tutelada por el artículo sexto constitucional y tiene todo el derecho de criticar al mal gobierno. Si decide mandar una carta al diario solicitando que destituyan al funcionario encargado de desazolvar desagües, porque es un inepto, también ejerce su libertad de opinar dentro de los límites de la regularidad constitucional. Si su molestia aumenta y participa en la asamblea de colonos de su fraccionamiento, redacta y firma una carta colectiva exigiendo al alcalde que haga su trabajo, también lo protege la Constitución. Como ya está muy cabreado, si opta por escribir una columna en un diario en la que explica el mal manejo financiero de ese departamento, señalando montos asignados y falta de resultados, también ejerce la libertad que le tutela el mencionado artículo sexto.
Pero, si mi querido tío escoge tuitear a favor de un candidato que promete cesar a los funcionarios municipales incompetentes, se dedica a pelear en redes sociales con los detractores de ese candidato y, cuando gana la elección, se va a trabajar como asesor de un regidor de su partido, mientras escribe columnas en contra de los críticos de su ídolo, al que defiende a capa y espada, eso ya no es libertad de expresión, sino que mi tío se está entrometiendo en asuntos políticos de México… y, como es extranjero, esa conducta está constitucionalmente prohibida.
Como el terco, al igual que la cabra, tira al monte, seguramente Mendieta seguirá con su necedad de que sólo se expresa libremente, pero, para su mala suerte, presentó un artículo en Nexos donde se ostenta como “consultor político en distintas campañas federales de Morena en México”[2]. Si es consultor político de un partido nacional, ¿no es evidente que se inmiscuye en asuntos políticos del país?
Mendieta, como embustero que es, invoca la reforma constitucional de 2011 para decirse protegido de hacer lo que hace —a lo que califica de “opinar”, pero que en realidad es una intrusión plena en política interior mexicana, prohibida constitucionalmente—, pero nuevamente se equivoca: la Corte Suprema determinó que las restricciones expresas, establecidas en la Constitución, prevalecen frente a cualquier tratado[3]. Lo bueno es que Mendieta cobra como asesor del Senado e ignora este tema, que es indispensable para cualquier proceso legislativo.
Resuelto el punto de que el señor Mendieta no “opina”, sino que se inmiscuye en los asuntos políticos del país y el artículo 33 constitucional prohíbe que los extranjeros se metan en esas cuestiones, hay que recordar que, además de entrometido, no ha respetado las leyes migratorias y tributarias de México[4].
El podemita puso una trampa y la gente cayó en ella: el señor tiene una calidad migratoria que le impide ser asesor en una cámara legislativa, su estatus es incompatible con el pago del impuesto sobre la renta (desembolso que debería hacer, porque recibe un sueldo) y está interfiriendo en los asuntos políticos de México, lo que está tajantemente prohibido por la Constitución. Pero él dice que lo fustigan “por opinar”… y mágicamente su condición migratoria ilegal, evasión fiscal y entrometimiento en asuntos políticos que no le corresponden, se convierten en “opinar”… y varios le compran el cuento.
El silogismo es muy sencillo: si la a) Constitución establece que los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país; b) Mendieta es “consultor político en distintas campañas federales de Morena en México” y cobra como asesor en el Senado; por tanto, c) interviene en política interna mexicana y su conducta contraviene la Constitución.
Si alguien no respeta las leyes migratorias y fiscales, violenta la Constitución, insulta a nacionales del país y, en el colmo de la desfachatez, invoca la libertad de expresión prevista en el sexto constitucional, pero es un empleado de gobierno que bloquea mexicanos en redes sociales —vulnerando el derecho a la información de los que sí pueden intervenir en asuntos de política interna—, estamos en presencia de un sujeto dañoso y perjudicial para el país: un pernicioso.
Mi familia es de inmigrantes, detesto la xenofobia, pero es legítimo preguntar si los senadores de Morena no están vulnerando el artículo 32 de la Constitución, que señala que “los mexicanos serán preferidos a los extranjeros en igualdad de circunstancias, para toda clase de concesiones y para todos los empleos, cargos o comisiones de gobierno en que no sea indispensable la calidad de ciudadano”: ¿en verdad no hay mexicanos más competentes para hacer la labor de asesor legislativo por la que cobra Mendieta, que ni siquiera conoce los criterios de la Suprema Corte mexicana?
Tirar dinero de los contribuyentes en subvencionar a un sujeto ignorante y faccioso, ofensivo con los mexicanos e irrespetuoso de las leyes del país, es perjudicial y gravemente dañoso. Una cosa es que un mexicano insulte al expresidente Calderón y otra que un invitado a nuestra nación lo compare con el asesino y traidor Victoriano Huerta[5]: Mendieta es un extranjero pernicioso, entrometido en asuntos que la Constitución le prohíbe y que seguramente está contratado en violación del artículo 32 constitucional.
Ese sujeto nocivo debería salir del país y al presidente López le toca demostrar que eso de “al margen de la ley, nada; por encima de la ley, nadie” no es la regla a secas exclusiva para los enemigos, sino que también aplica a los prosélitos que esperan gracia e impunidad del gobierno actual.
[1] https://twitter.com/abrahamendieta/status/1151705626785079297
[2] https://redaccion.nexos.com.mx/?p=9641
[3] Las normas de derechos humanos, independientemente de su fuente, no se relacionan en términos jerárquicos, entendiendo que cuando en la Constitución haya una restricción expresa al ejercicio de los derechos humanos, se deberá atender a lo que indica la norma constitucional. Cfr. https://sjf.scjn.gob.mx/sjfsist/Paginas/DetalleGeneralScroll.aspx?id=24985&Clase=DetalleTesisEjecutorias
[4] El asunto ya fue reclamado por el Grupo Parlamentario del PAN en el Senado, desde febrero de este año: http://infosen.senado.gob.mx/sgsp/gaceta/64/1/2019-02-12-1/assets/documentos/GPPAN_Senadores_Abraham_mendieta.pdf
[5] https://twitter.com/search?q=%23CalderonEsHuerta%20%40abrahamendieta&src=typd y, particularmente, https://twitter.com/abrahamendieta/status/1146822263020412930